miércoles, 6 de mayo de 2015

Font, el dos caras


Una de las principales características que la gente reclama de los políticos es la integridad y honestidad.   Pero los periodistas también manejan cuotas de poder muy importantes y son capaces de tergiversar y retorcer la opinión, por lo el requerimiento de requisitos mínimos pero esenciales para el desempeño de tan importante labor.

Pero así como el periodismo ha sido pilar para las luchas que ha tenido el pueblo de Guatemala, ahora ha llegado el momento de la relajación.   Algunos han encontrado una nueva forma de vivir, extorsionando a la clase política que en su mayoría dan lugar a que tal extremo suceda.

Juan Luis Font Elías, primo de un personaje que ha cobrado mucha trascendencia en el país, no es la excepción y luego de jugar al periodista serio, coaccionó a  Baldetti Elías para que a su querido suegro le dieran un su buen hueso en Estados Unidos como representante diplomático.   Desde los inicios de ambos se han apoyado.



En secreto le sigue apoyando, bajándole de revoluciones a todo el desastre que realmente es la gestión patriotista y dando a conocer una fracción de la verdad.   Al frente de las pantallas hay una imagen de pulcritud y responsabilidad periodística.   Pero detrás de las cámaras es una contínua lucha por el chantaje y la marrullería con todos aquellos que no entren al aro.

Luego del apoyo manifiesto a su prima Roxana, asume el papel de crítico e imparcial; quedando a primera vista como las ratas que abandonaron en barco, pero a la sangre no se le trata así, por lo que hay una imagen y un producto que vender.   Tal como lo hiciera el mismo Pérez Molina, es mejor hacerse a un lado y que toda la culpa la asuma ella mientras para el huracán.

Font Elías y sus muchachos han recibido buenos centavos y buenos favores del actual gobierno y al igual que todos los involucrados con los colores naranjas, andan pálidos y con las barbas bien remojadas, pues ya sienten que en el trato de la CICIG, no fueron incluidos.



viernes, 1 de mayo de 2015

Los tres Javieres


Javier Hernández el filántropo, la persona que da “por gracia” lo que ha recibido.   Conocedor de algunos pasajes bíblicos, tiene una verborrea con fuerte carga ideológica religiosa que convence e a más de uno, sobre todo si esa persona necesita de los servicios que “don Javier” le proporciona.   Inaugurando escuelas y llevando agua a sectores que lo necesitan,  se ha ganado de a poco el afecto de ciertos sectores populosos de la capital.   Claro que no está mal dar de comer al hambriento ni dar al necesitado, en ese sentido lo ha hecho muy bien,  no hay objeción.

Javier Hernández, el patrón.   No es como él mismo se pinta.   Más de uno que ha trabajado en la famosa corporación de venta de ropa de precio bajo y de calidad similar, se han ido con pleito laboral y denunciando toda clase de vejámenes a los que son expuestos y las amenazas en caso que se les ocurra “soltar la sopa”.   Acaso es delito no dejar que se violen las garantías mínimas de las normas constitucionales y laborales, definitivamente no.   Pero en el mundo de fantasía creado por el patrón, todo está bien y hay que agradecerle porque por lo menos cierta cantidad de guatemaltecos explotados laboralmente tienen la oportunidad de llevar los frijolitos a la casa.

Javier Hernández el hombre.   Ese ser rastrero, emergido de las zonas marginales de la capital y que dice llamarse a sí mismo, Ingeniero en Química Farmacéutica, es difícil explicar lo poco que tiene que ver con la profesión de comerciante en la línea de ropa.   La conexión con una profesión conocida como “cocineros”, cuyos conocimientos básicos de química en la elaboración de drogas es muy rentable, es una teoría es más aceptable y creíble.

La historia le condena; en Costa Rica fue sorprendido con una importante cantidad de cocaína y liberado porque la justicia tiene un precio y la ley recovecos, donde cualquier abogado mañoso puede lograr la absolución del más maldito de los delincuentes.   Involucrado también en la muerte de un Ministro de gobierno, los antecedentes de actos reñidos con la ley le revelan como una persona digna de desconfianza.

Ahora al mejor estilo de Pablo Escobar, el poder económico no le alcanza para que los guatemaltecos de bien le reconozcan y le acepten.   Su principal ardor, el hecho que la rosca de los canchitos no le acepten.   No contiene en un conjunto de selectos.   Tiene el dinero pero no la alcurnia y el linaje, eso no lo puede comprar con sus millones de dólares sucios.   Por mil puntos de venta que tenga, por más residenciales que compre para venderlos en paguitos, ni por más rentas de aviones que haga, la pestilencia de su dinero puede comprar mujeres, carros, caballos y ropa, pero no le compran un poco de clase y menos de aceptación.

No es necesario ahondar en otros negocitos que ostenta, si nunca dejará de ser un “marginal con pisto”.   No es que los políticos no lo quieran.   Eso es tema de otra discusión, él solito se hace odiar por su prepotencia, su complejo de inferioridad y esa ambición de poder que el dinero no le ha podido dar.   Delicado el caso de alguien que tiene tres personalidades, con delirios de grandeza, complejo de Robin Hood y espíritu de José Ernesto Guevara, ignorando que las diferencias entre izquierda y derecha ideológicas, no son conceptos que se aprenden de la noche a la mañana y que convencer a un pueblo requiere más que bagatelas, un ignorante con dinero no lo entiende ni lo entenderá nunca.


¡Saludos Javieres!


martes, 28 de abril de 2015

Dionisio, el Capo de Capos



Desde hace mucho tiempo en Guatemala surgió una clase de gente que no le bastó con exprimir a su propia gente desde el ámbito empresarial, sino también lo tenían que hacer en el campo político.   Tan así que la influencia comprada en el sector político, adquirió no sólo el favor del más grande saqueo del país en materia fiscal, sino múltiples concesiones en todas las esferas donde tienen poder, para si y para sus amigos.

Dionisio Gutiérrez, conocido también como "diosito", por la forma muy particular de tratar con todos los demás a los que considera subordinados; ha jugado precisamente a ser Dios con sus caprichos a fuerza de dinero, compra de voluntades y financiamiento a partidos políticos.   Su caso más reciente el Partido Patriota, donde aparte de meterle fuertes sumas de dinero al partido, el general Pérez Molina tiene una larga historia como su achichincle.

La presidencia  fue el pago otorgado a Pérez Molina por tantos años de servicio leal.   Los intereses de los poderosos siempre protegidos con esmero y dedicación por gente pagada por nosotros, mientras luchamos por llegar a fin de mes.   Quienes han seguido la historia del general sabrán que este no tenía mayor aceptación y mucho menos carisma para llegar al puesto, le hicieron imagen a golpe de chequeras.

Ahora aparece en escena luego de una larga ausencia y pronunciándose en contra de alguien que lamía sus zapatos.   No es tan secreto aquel momento donde conjuntamente con el jefe, disponían del futuro de Guatemala, en tiempos de Serrano Elías.

"Diosito", aquel cuya moralidad ha sido cuestionada más de una vez, ahora trata de robar cámara y pronunciarse en contra de la corrupción.   Empecemos por algo, Gutiérrez siempre había financiado al Partido Patriota, siempre ha sido el "titiritero" como le llamó Serrano Elías en su libro.   Si hay alguien menos indicado para salir rasgándose las vestiduras es él.   El evasor más grande de impuestos, el que maneja el monopolio del pollo a sabor y antojo, él que desde su trono decide quien entra y quien sale.   No en vano se veía desfilar a los políticos por sus dominios en tiempos de elecciones.

 El que señala ahora es el dueño de este circo, el problema es que algunos animales que actuaron con demasiado descaro y provocaron una reacción masiva de rechazo por el pueblo, resulta que no los conoce, cuando el mismo los amaestró.   No le había pasado que sus pupilos provocaran tanto repudio en el pueblo por lo que no conviene estar ligado a ellos.   En su momento Sandra Torres denunció haber recibido insultos de su parte en defensa del infame binomio.

Guatemala necesita del empresario, si.   Pero lo que no necesita es un personaje que juega a ser Dios y que a capricho mueva los hilos del destino de millones de personas por una ambición malsana, que le permite acumular una de las fortunas más grandes de Centroamérica declaradas (sin contar todo el dinero que no declara), a costa del hambre, de la desdicha y la desgracia de sus paisanos.

No necesita del empresario inescrupuloso que hizo lo imposible por desbaratar Bancafé, con tal de quedarse con esos activos, sin importar las miles de familias que perdieron el fruto del esfuerzo de toda una vida.   Ahora vamos entendiendo porque sus lacayos le llaman "diosito"

Dionisio Gutiérrez aquel que con ínfulas de moralidad y decoro, salía en un programa con gruesas capas de maquillaje ideológico para destazar a sus contrarios y alabar a sus subalternos.   Ese mismo emulando una rata que abandona el barco, se desliga totalmente de la desgracia de este gobierno, señalando y poniendo dedo, es el mismo que protagoniza por medio de su estructura criminal, uno de los más grandes saqueos de la historia.

Entonces ¿se puede admitir que alguien con sus antecedentes opine de lo que pasa en el país?   Creo que no, pero su dinero dice que si.   Desde España, donde maneja su finca y sus empresitas hace más o menos ocho años, olvida como defendía a capa y espada el proyecto patriotista, pero nosotros no.

No se haga el inocente, que si alguien es responsable de la calamidad en que está sumida nuestra nación es usted.   Usted que ha sido capaz de robar a su propia sangre, como no lo haría con los demás.   ¿Acaso es mentira que aun se ventilan en tribunales internacionales, las denuncias en su contra por robarle a su propio tío?

Ahora viene a darle golpe de dignidad a Otto Pérez y a Baldetti, cuando fue con su consentimiento que todos sus desmanes sucedieron.   Usted que manipula opinión desde su periódico personal y que hizo grandes esfuerzos porque no se notara que a través de su MCN, se organizara una manifestación en contra de sus muchachos con la doble finalidad de desligarse de ellos pero también de manejar la masa y que no se saliera de control.  Pero es difícil dejar atrás un pasado como el suyo, no puede tapar el sol con un dedo y pretender que usted no es el poder detrás del trono en Guatemala.   Esta situación es culpa suya PUNTO.

¡NO LE PERMITO QUE OPINE!   No me da la gana creerle toda la sarta de mentiras y engaños, porque gracias a Dios, leo y me informo, tengo un criterio.   Pero la gran mayoría de mis hermanos analfabetas funcionales no, les ha bloqueado la mente por medio de múltiples distractores o por simple desatención al sistema educativo, condenando a la ignorancia y sumisión a todo un pueblo, ese el peor de sus pecados.   Porque a usted y a sus amigos ricos no les conviene que el guatemalteco común despierte y se oponga a lo que no le favorece.

¡ASESINO!   De mentes, de ideologías, de personas, asesino de Guatemala.   Ese es Dionisio Gutiérrez.